lunes, 18 de abril de 2016

Constancia e impulsos


Tengo una luna acelerada que me hace todas las noches por la mañana, a ti que me haces creer que todo es verdad que me haces creer de verdad que contigo no me equivoque. Y es que lo nuestro es de esas cosas que no se pueden explicar, pero son, y no nos importa nada más. Tengo claro que una persona que no sabe reconocer cuando se equivoca no merece el tiempo, ni la pena, y sé que no nos va a pasar. La vida es más constancia que impulsos, solo vale hacer las cosas que se piensan todos los días, no volver a dejar al azar el vernos, no volver a esperar. Tengo unas ganas de tenerte cerca, de quererte bien, de no echarte tanto de menos, y no se me pasan. Te sigo reconociendo el mérito por habernos encontrado, pero sigo sin reconocerte la suerte, porque es mía y no voy a cambiar de opinión. Creo que contigo lo de ser feliz no es una opción es una obligación, y no vamos a volver a teñir de tristeza un día más. Y ya no sé si es una promesa o una amenaza. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario