lunes, 14 de marzo de 2016

Tengo unos amigos.

Tengo amigos con los que lucho 20 batallas contra el invierno en la misma noche, con los que nunca se me olvida el camino a casa, con los que las copas y los vasos siempre están llenas. Tengo unos amigos que no me dejan ir solo ni al baño, que siempre me sujetan cuando me caigo (suele ser a menudo), que son el mensaje de “sigo vivo”. Tengo unos amigos que convierten todas las noches haciendo lo mismo en noches diferentes, que no les importa olvidar lo que fue para crear nuevos recuerdos, que siempre seguimos hacia delante. Tengo unos amigos con los que comparto que la vida es cruda, pero que siempre se puede, que me llenan el bar, me llenan de tonterías y me vacían la risa. Con los que hacemos miles de planes fatales con el ron de por medio, con los que siempre dejamos la vida para última hora, con los que si no llegas tarde siempre llegas el primero. Tengo unos amigos con lo que no comparto la música, y yo sé que están equivocados con las cosas que les gustan, pero hay que quererlos igual. Tengo unos amigos que cuando triunfan casi estoy más contento que si hubiera triunfado yo, porque sé que se lo merecen, y que a la gente que es de verdad le pasan alegrías reales.


Tengo un puñado de amigos, que me asesinan las penas a tonterías, que si necesito que estén están, con los que si hace falta me pongo en primera línea para acabar con los malos momentos. Tengo unos cuantos amigos con los que nunca se puede estar mal, y la vida es un poco eso, encontrar personas en las que te puedas encontrar tú.

1 comentario:

  1. Yo también tengo unos amigos así, pero nunca los hubiese descrito mejor.

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